Enóc… El Hombre Que Camino Con Dios
¿Qué se nos viene a la mente cuando pensamos en Enóc? Siempre pensamos en esa imagen idílica de un hombre caminando al lado de Dios, en un atardecer, hablando, riendo, una escena perfecta.
¿Pero quién era Enóc? Enóc es
la séptima generación de Adán por la línea de Set, hijo de Jared, padre de Matusalén,
Bisabuelo de Noé. Para apreciar el valor
de este personaje tenemos que regresar la historia al Huerto del Edén el regalo de la creación, la caída del hombre.
Expulsados del Huerto de Edén pero vestidos por Dios en “túnicas de pieles”
(Dios mostrando su gracia) empiezan el resto de la vida (Gén. 3:21). Siguen las
dos ofrendas de los primeros hermanos, la de Abel motivada por la fe (Heb.11: 4)
y la de Caín rechazada por Dios, cuyo
rechazo no era porque si, ya que Dios veía la actitud del corazón con la cual
Caín le llegó. El primer hijo de Adán Caín fue asesino. Ya se había arraigado
la total depravación.
Pero juntamente con la
depravación, Dios muestra la solución en (Gén. 3:15) confrontando a la
serpiente con el Protoevangelio (el primer evangelio). Dios estipula que habría
enemistad entre las dos simientes, la de la serpiente y la de la mujer; que habría
conflicto entre ambas; la de la mujer que
es Cristo Gal 3:16) triunfaría sobre el
maligno. En esta sentencia para el
diablo, Dios les aseguró la victoria de la Cruz.
Desde nuestro punto histórico son muy
evidentes los rasgos de la Cruz en este protoevangelio. Pero para las primeras generaciones debieron
haber entendido todo esto de una manera espiritual por la fe. El texto bíblico mismo no nos dice hasta qué
grado era su conocimiento, pero Abel y Enoc con mucha razón aparecen en Hebreos
11 en la galería de la fe. Bien merecen
su lugar allí.
Para entender el tiempo en el
cual Enoc vivía, recordando que este era
el séptimo desde Adán (Gén. 4:25), debemos comparar su vida con su primo
contemporáneo otro séptimo desde Adán pero él según la simiente de Caín,
llamado Lamec. Lamec introdujo la poligamia
(Gen 4:19) la desintegración del núcleo familiar instituido por Dios, retó a
Dios diciendo que castigaría a quien quiera que le hiciera daño hasta setenta
veces siete. Esto fue un franco desafío
a Dios quien antes había dicho que castigaría siete veces a quien matare a
Caín. Compárese Gen 4:15 y lo que dijo Dios y lo que dijo Lamec (Gen 4:24) ¡Qué arrogancia!
Las citas nos muestran que la
maldad de aquellos días era tal, por la depravación total del ser humano, al
haberse olvidado de su creador que era lógico que Dios necesitaba intervenir de
alguna forma, pero retomando a nuestro personaje Enóc, si leemos el pasaje tan
corto que menciona a este personaje (Gén 5:21-24) “Vivió Enoc sesenta y cinco
años, y engendró a Matusalén. Y caminó
Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró
hijos e hijas. Y fueron todos los días
de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y
desapareció, porque le llevó Dios.” Nos podemos dar cuenta de ciertas cosas:
~ Enoc vivió sesenta y cinco años sin caminar con Dios.
~ Luego nace Matusalén.
~ A partir del nacimiento de este bebe, Enoc comienza a
caminar con Dios.
¿Qué paso? ¿Qué tiene que ver
este bebe, en el cambio de vida de Enoc?
Tenemos que ir más allá… Recordando
un poco los antiguos le colocaban los nombres a sus hijos con un significado,
que podía ser un anhelo de su corazón, lo que estaban sintiendo en ese momento,
una virtud que el padre quería que su hijo desarrollara, por una revelación de parte de Dios por algo
que este iba hacer por medio de este hijo, etc. Con esto presente podemos entender
que paso.
Matusalén: (muth) significa
“muerte” y (shalac) significa “traer” o “enviar”. Por lo tanto su nombre
completo significa “su muerte traerá”
Que nombre tan funesto para
un recién nacido, de aquí podemos entender el cambio de actitud de Enoc, porque
después de sesenta y cinco años, al nacimiento de su hijo empieza caminar con
Dios.
Enóc se le fue revelado el
fin de una era, Enóc sabía que a la muerte de su hijo Matusalén Dios destruiría
a esta generación perdida en sus delitos y pecados.
No solamente sabia el final
de este grupo de personas, Dios le revela el final de los tiempos cuando vendrá
el Señor con millares de ángeles a impartir juicio a el mundo: “Enoc, que fue
el séptimo descendiente desde Adán, dijo sobre esta gente: « ¡Miren! el Señor
va a venir con miles y miles de sus santos ángeles para juzgar y castigar a
cada uno por la maldad que haya hecho y por todo lo malo que haya dicho en
contra de Dios».” (Judas 14-15).
Entonces, Ahora si podemos
ver lo que generó ese cambio de actitud en Enoc, ahora si podemos entender el
cómo un hombre común y corriente, paso a ser amigo de Dios a tal punto que no
solo camino con Dios, sino que Dios quiso tenerlo consigo y a la edad de trescientos
sesenta y cinco años desapareció por que Dios se lo llevo.
Enoc vivió trescientos años
toda una vida en plena comunión con Dios, estas revelaciones causaron en este
hombre una actitud de darle el valor correcto a las cosas, después del
nacimiento de su primer hijo, Enoc, entendió que no podía seguir viviendo sin propósito,
entendió que los tiempos en la tierra eran cortos y que tanto él como sus
vecinos, tenían que reconciliar su vida con el Creador, esto le dio perspectiva
a Enoc, le dio sentido de compromiso con Dios, fíjense que el versículo 22 de Génesis
dice que Enóc tuvo más hijos e hijas, es decir, que el caminar con Dios no lo
hizo un ermitaño, un anti-social, un hombre que solo estaba en absoluta
contemplación, no fue así, Enoc continuo con su vida, trabajando, siendo padre
de una gran familia, siendo esposo, abuelo, pero con una gran diferencia ahora
estaba en sintonía con los propósitos de Dios, ahora en toda su vida cotidiana
tenia presente a Dios, de allí la frase Camino con Dios.
Ahora, Que de nosotros, al
igual que Enoc hoy en día estamos viviendo en un contexto muy parecido al de
este personaje, la humanidad se ha olvidado de su Creador, hoy vivimos
envueltos en nuestra cotidianidad, comiendo, bebiendo, casándose y dándose en
casamiento, que la humanidad ha perdido el sentido para la que fue creada, el
glorificar a Dios.
Entonces la Biblia es clara
en Mateo 24: 37-39 cuando cita: “Mas como en los días de Noé, así será la
venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban
comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé
entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a
todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”
La profecía es la misma, Él
Dios que la decreto es Él mismo, el tiempo sigue corriendo en contra de la
humanidad, y mucho pueblo escogido, nación santa, real sacerdocio, esta consiente
teóricamente de esta verdad, fíjense que digo teóricamente, ya que si realmente
estuvieran consientes de esta verdad, su vida cambiaria, como cambio la de
Enoc.
Entiendo que muchas veces
pensamos en Enoc y su caminar con Dios como algo idílico, y por ello no existe
ese cambio real de valores y prioridades en nuestra vida, pero como podemos ver
Enoc en ningún momento dejo de hacer, o cumplir con sus responsabilidades
terrenales, por caminar con Dios, al contrario, Enoc ahora era más consciente
de su propósito en la tierra, y de cuáles eran sus responsabilidades, lo único que
añadió fue el darle a Dios el lugar que solo él merece en su vida, es decir, el
centro de toda su vida ahora era Dios, y no
solamente quiso hacerlo como practica personal, sino que quiso que toda
su generación también lo hiciera.
Recuerden Enoc, venia de a línea
de Set, es decir que esta generación era más consiente de Dios que la línea de
Caín, esta generación tenía más conciencia de su Creador, más respeto, más
temor, que la de sus primos, pero sin embargo, estaba lejos de Dios, y Enoc, entendió
lo que iba a venir y creyó (Hebreos 11:5-6) “Por la fe Enoc fue traspuesto para
no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese
traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios;
porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le ahí, y que es
galardonador de los que le buscan.”
La fe de Enoc en las
revelaciones de Dios hechas al nacer su primogénito hizo la transformación de
un hombre común a un hombre que camino con Dios, ahora esta
misma fe en las promesas de Dios deben hacernos cambiar nuestra manera de
vivir, de ser simples cristianos religiosos a ser agentes de transformación en
nuestros contextos familiares, sociales, eclesiales.
La profecía es la misma, Él Dios que la decreto es Él mismo, el tiempo sigue corriendo en contra de la humanidad, y mucho pueblo escogido, nación santa, real sacerdocio, esta consiente teóricamente de esta verdad, fíjense que digo teóricamente, ya que si realmente estuvieran consientes de esta verdad, su vida cambiaria, como cambio la de Enoc. Fuente
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