Estudio Bíblico Inductivo



I. Introducción
El estudio bíblico inductivo es un sencillo método de estudio bíblico. Este puede desarrollarse en forma personal o llevarse a cabo en un grupo pequeño. 

Este método se usa para estudiar pasajes de las Escrituras, los cuales sugiero no sean muy extensos. Aunque fácilmente de este modo podemos estudiar un libro completo de la Biblia tras varias semanas aplicando el método.

En una época donde el conocimiento de las Escrituras en nuestras iglesias va en disminución, este método nos resulta sumamente adecuado para que la Palabra hable por sí misma a los hermanos que deseamos ministrar.

II. Preparando el Estudio Bíblico
Antes de explicar en que consiste el método, considero que es importante que el líder que se dispone a prepararlo busque a Dios en oración, a él primeramente es que Dios va hablar y por medio del líder es que el Espíritu Santo ministrara a otros. Así que antes de llegar a las Escrituras ruega al Señor que te ayude a comprender su Palabra, a interpretarla correctamente y sobre todo que sea hablándote a ti en forma personal.
Después de entregarte al Señor en oración, estos son los tres pasos que debes seguir, los cuales constituyen este sencillo método.

1. Observación
Este primer paso consiste simplemente en observar y tomar nota de lo que dice el pasaje. Se sugieren dos etapas en la observación, una general y otra específica. Está parte del estudio es sumamente importante, debes leer el pasaje, volver a leerlo, y seguir leyéndolo; te aseguro que con cada leída notaras nuevas cosas que no habías encontrado antes.

a. La observación general
En esta buscaremos identificar varios elementos:

1) La forma del pasaje
¿Es una narración? ¿una poesía? ¿un discurso? ¿una parábola? ¿una profecía? u otro genero literario.

2) El contexto
Lo que procede y sigue el texto. Buscar información sobre la geografía, la historia, costumbres, y cualquier otra información que nos ayude a comprender mejor el pasaje. Si el pasaje es discursivo se debe buscar datos sobre el trasfondo histórico tanto del escritor como de los destinatarios.

3) Las divisiones naturales del pasaje

Al completar esta fase puedes hacer un resumen de lo que encontraste, para tomarlo en cuenta a la hora de entrar al estudio de las palabras del texto.

b. La observación específica

En esta tratamos de responder algunas preguntas sobre el pasaje como ¿Quién? ¿Donde? ¿Cuando? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo?.

Buscaremos los hechos centrales y aquellos que son secundarios, personajes principales y personajes secundarios, ideas claves y palabras claves.

Otros elementos que podemos buscar son:
1) Palabras que se repiten
2) Palabras que nos parecen difíciles de entender
3) Comparaciones
4) Contrastes
5) Relaciones causa/efecto, efecto/causa.
6) Ilustraciones
7) Pivotes (puntos donde la historia cambia de dirección).
8) Progresiones hacia un clímax
9) Presentación y contestación de preguntas

2. Interpretacion
En esta parte lo más importante es encontrar lo que buscaba trasmitir el escritor a sus destinatarios originales. La idea es encontrar la verdad bíblica que se deseaba transmitir para poder en el siguiente paso aplicarla a nuestro contexto específico. Muchas veces los líderes ya sea por pereza, desconocimiento o cualquier otro motivo, olvidan este principio, quieren hablar acerca de algo, buscan un texto de la Biblia que les parece habla de ello, y lo usan, cuando este realmente esta hablando de otra cosa; de modo que muchas veces usan un texto con un propósito totalmente diferente al que este tenía, sacándolo de su contexto original. Esto es lo que quiere decir la famosa frase popular "sacar un texto de su contexto para inventar un pretexto". Seamos mayordomos fieles e interpretemos en forma fiel la Palabra del Señor.

Debemos entonces reconocer lo que el autor quiso comunicar a sus lectores originales, esto nos dará el propósito de su mensaje. Debemos volver a la observación del texto y empezar a hacernos preguntas para comprender el significado del pasaje.

Fijemos bien si el lenguaje es literal o figurado, la Biblia usa muchas figuras literarias, como metáforas, prosopopeyas, paralelismos, paradojas, etc.

Asegúrate que las palabras quieren decir lo mismo, que tu crees que dicen. Recuerda que con el transcurso del tiempo muchas palabras adquieren nuevos significados. Un ejemplo de esto es la famosa frase "aderezas mesa delante de mis angustiadores" que se encuentra en el Salmo 23:5, obviamente la palabra "mesa" no es la de cuatro patas que conocemos en Occidente, sino más bien a una piel curtida que se utilizaba como mantel puesta sobre el suelo. Un excelente libro para entender este tipo de detalles es "Vida y Costumbres del Pueblo de la Biblia" este es publicado por las Sociedades Bíblicas Unidas.

Además, debemos interpretar la Biblia de forma coherente con las enseñanzas de toda la Biblia. La Biblia es infalible, un texto no puede contradecir a otro. Si Mateo 10:37 nos dice "Si alguno viene a y no aborrece a su padre y su madre... no puede ser mi discípulo" este no puede contradecir a Efesios 6:2 "Honrarás a tu padre y a tu madre". Si investigamos un poco nos daremos cuenta que en el Mediterráneo del siglo I, la palabra amor se refiere a la adhesión o apego a una persona o grupo, en contraposición odio significa desadhesión, falta de apego. Como odiar es que desvincularse de un grupo, uno puede describir su alejamiento de la familia a causa de Jesucristo y el Evangelio como "odiar" al padre y a la madre.

Por último las palabras o frases difíciles que encontramos en la observación podemos buscarlas en un diccionario bíblico o un comentario.
 
3. Aplicación

La aplicación se desprende de nuestra interpretación, es decir, dado que sabemos cual era su propósito para sus destinatarios originales, como lo aplicamos ahora a nuestro propio contexto, a nuestra situación particular, a nuestras propias vidas.

Podemos observar Cuáles de nuestras situaciones o reacciones humanas son similares a las que encontramos en el texto que estamos estudiando. En que esferas de nuestra vida podemos aplicar las verdades de este pasaje.

Y sobre todo responder a Dios, se supone que la Palabra persuade, así que siempre nos demandará acciones concretas.

III. Presentando el estudio
A la hora de presentarse a un grupo, pueden agregarse algunos pasos más, así recomiendo el siguiente orden:

1. Crear comunidad
Esto no es otra cosa que romper el hielo. Sugiero alguna dinámica o juego que acerque a los participantes para que se sientan más cercanos, y así se promueva la participación y discusión de preguntas.

2. Enfoque vivencial
Aquí sugerimos una pregunta que les haga razonar críticamente sobre sus propias experiencias relacionadas con el tema del estudio bíblico. La idea es compartir con los demás un poco de su propia experiencia. Por ejemplo, si vamos hablar sobre la oración del Padre Nuestro, podemos preguntar "Describe alguna vez en la cual considero que usted u otra persona estaban orando de forma incorrecta".

3. Explorando la Biblia
En esta parte podemos darles a las personas el texto por escrito para que lo lean, le pongan título al pasaje, hagan una lista de palabras dificiles y repetidas.

4. Preguntas de Observación
Basado en lo que observaste puedes hacer una serie de preguntas a los participantes para que estos puedan contestarlas en forma individual.

5. Preguntas de Interpretación
Basado en la interpretación del pasaje, puedes hacer algunas preguntas que hagan discutir a los participantes.

6. Preguntas de Aplicación
Nuevamente la idea aquí es comentar algunas preguntas que previamente has elaborado para abrir la discusión y aplicarlas a nuestro contexto.

7. Plan de Acción
La idea aquí es llevar a la persona a la acción, esta parte es individual y secreta. Aunque se puede pedir a algún voluntario que lea lo que escribió.


 

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